miércoles, 29 de febrero de 2012

Interesante Reflexión

Me llegó este texto a través de un gran amigo y estoy tan de acuerdo que quiero compartirlo con todos ustedes:

Escribió el RP MAMERTO MENAPACE

Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.

Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso.

Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas:

-a aprender a amar

-a dejar huella

-a ser felices

En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:

-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos,....... para dormir tenemos siglos después.

-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mi mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.

-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de las micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día.

Querernos.

Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro. Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual.

Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.

Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.

Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan.

Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.

Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.

Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías

y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.

MAMERTO MENAPACE monje benedictino y escritor

sábado, 25 de febrero de 2012

Silencio y Error Humano.

Puedo comprender el entusiasmo partidario. Puedo comprender la defensa de un gobierno por parte de sus seguidores más acérrimos. Incluso yo mismo puedo defender ciertas medidas, no todas por supuesto, y puedo defender a algún miembro del gobierno por sus acertadas medidas, a mi humilde entender.

Lo que no puedo entender es como algunos seguidores y defensores del Kirchnerismo no se llaman a silencio en el dolor de la tragedia de las 51 familias de los fallecidos y las más de 700 familias de los heridos.

Es posible que estimen que 51 personas menos representan solo una mínima parte del 54% que ha votado en favor de la Sra. Presidenta de la Nación. Y con las más de 700 personas heridas puedan seguir trabajando, dando dádivas humillantes para un ser humano, pero siempre por la causa.

Sería más importante que aquellos que no comprendan que los sentimientos de familiares, amigos, conocidos y desconocidos, que han vivido de cerca esta tragedia, son puros. La impotencia que se siente por lo sucedido es indescriptible. Obviamente quienes están cercanos al poder no lo pueden comprender. A ellos no les pasa. Ellos no lo sienten. Ellos no saben lo que significa perder a alguien injustamente en una acción que pudo ser evitable. Un Secretario de Transporte no puede decir que si esto hubiera ocurrido un feriado no hubiera sido tan grave. Señor Secretario de Transporte, usted es un irrespetuoso, no solo con los familiares de los fallecidos, con los heridos y sus familias, sino con todo el pueblo Argentino, incluido el 54% que voto a la Sra. Presidenta.

En mi opinión, más que humilde, estos accidentes dejan de serlos cuando pudieron haber sido evitados. Eso es lo que me dice el sentido común, que también me dice que este tipo de tragedia siempre es a causa del "Error Humano. En este caso el "Error Humano" es haberle dado el cargo que tiene y del cual no hace honor. "Error Humano" es que dirija la empresa TBA una persona sin escrúpulos, que transmite los mismos a sus dirigidos, como el Director de Material Rodante que dijo que es “Aceptable” el servicio y se inclinaba por una "falla humana". No sé si me explico, pero una de las fallas humanas es usted señor.

Y con respecto al maquinista, también es parte de la falla humana, ya que aún sabiendo que la formación tenía fallas no tuvo la entereza de bajarse y no conducir. De esta misma forma también es una falla humana que los trabajadores ferroviarios estén dirigidos por una persona que sólo hace bulla por dinero, dinero que está perfectamente bien que pidan para mejorar sus salarios. Pero no hacen bulla, ni paros, ni cortes al saber el estado desastroso de las formaciones y materiales, poniendo en riesgo no solo la vida del usuario, sino la de sus propios compañeros.

Todo es una cadena de fallas humanas. El tan mentado “Error Humano” es que los que están a cargo no hagan nada, y los que debieran controlar tampoco.

Veremos que dice la justicia. Espero que no se corte por lo más débil.

Y para terminar, hablando de los pedidos de casi todos, el "Que se vayan todos" NO SIRVE.

Ya se han ido todos en el 2001 y miren como estamos. El tema fundamental es que se corten las cabezas que se tengan que cortar, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

La máxima autoridad de este país tiene el poder de hacerlo con sus dirigidos y la justicia tiene el poder de juzgar y encarcelar a quienes correspondan en el ámbito privado.

Como dijo Mahatma Gandi: "Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer."