
La historia comienza el 15 de enero, donde recibimos un llamado del departamento de Recursos Humanos de la empresa, para solicitarnos la colaboración con la búsqueda de una figura del deporte que pudiera brindar una charla motivacional en la Convención Anual.
Con la mayor parte de nuestros contactos de vacaciones en otras latitudes y lejos de amilanarnos, comenzamos en ese mismo instante a mover nuestras redes.
Después de varios intentos finalmente pudimos lograr un listado de cinco ex deportistas que podían realizar en esa fecha, lo pedido por nuestro nuevo cliente.
Tan sólo después de pasar el listado a la empresa, automáticamente nos respondieron: QUEREMOS A GOYCO !!!...
Entendible... con 90% de público femenino en la convención con un promedio de 25 años, no iban a pedir que la charla la de Eber Ludueña(perdon Luis, pero como dice Serrat, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio...).
Hasta acá todo bien, Goyco estaba disponible, pero gozando de sus vacaciones en Pinamar con su familia. Nos quedaban 12 días para el evento y había que transmitirle sobre el tema que WSI quería que hablara. Obvio que reunión previa no iba a poder ser.
Llamadas telefónicas, e-mails, señales de humo, hasta que finalmente logramos tener un conferencia telefónica con Goyco, cinco días antes del evento, donde nuestras clientas se quedaron mas tranquilas.

Esas horas me sirvieron para conocer un poco a un Goyco distinto al que conocemos. Un ser humano humilde, agradecido de la vida, familiero, con sentido común.
Realmente fue un placer haber trabajado con él.
Bueno, después de mi nota personal, les cuento como siguió esta historia.
Llegamos a la isla donde nos esperaba la encargada de Recursos Humanos, mientras todos los asistentes se encontraban en el final de la primer parte de la convención. Esperamos unos minutos para el encuentro con la Gerente de Operaciones, quien iba a darle el pie para su ingreso. En una charla mas que cordial se establecieron las pautas de su aparición y se desapareció definitivamente la ansiedad.
Volvimos a esperar un poco mas de tiempo hasta que nos dirigimos a la puerta de acceso a la sala por donde Goyco iba a realizar su aparición. Esos breves minutos de espera fueron llenos de humor con chistes que nos hacíamos mutuamente y sobre lo que podía pasar dentro.

Finalizada la charla y los aplausos bajamos, fuimos al sector verde, donde Goyco se sacó fotos con todos. En grupos, individuales, y por centro de enseñanza, y firmó autógrafos hasta acalambrarse.
Terminamos nuestra estadía en la isla, nos comimos unos choris y volvimos en la lancha para irnos cada uno a su lugar.
Gracias Goyco. Gracias Wall Street por confiar en nosotros. Estamos orgullosos de haber podido estar con Ustedes.